Hay días en los que la síntesis aparecida en la contraportada de un libro o el propio título de esa determinada obra te llegan a atraer tanto que decides iniciar la lectura de ese libro o libros, pues muchas veces esos dos aspectos, y más cuando no tienes ninguna referencia anterior, suelen ser claves para elegir una novela (no siempre evidentemente, pero en algunos casos puede llegar a pasar). Decides, después de la elección, dar una oportunidad porque llegas a creer que estás ante una buena novela o ante una obra literaria que te puede enganchar de tal manera que puedes llegar a disfrutar con la lectura, pero...
Sí, siempre puede haber, y en este caso o casos los hay, un pero. Y el pero es la decepción (tal vez no sea esta la sensación más adecuada para describir el estado que te puede dejar un libro que has pensado que tenía "buena pinta", mas se ajusta a la realidad). Y decepción porque mientras avanzas con la novela ves que las expectativas que tenías con esa obra no se cumplen. Y tienes dos opciones: o continuas o lo dejas y devuelves (si ha sido objeto de préstamo bibliotecario). La mayoría de las veces, al menos así ha sido en estos casos en concreto que a continuación presentaré, decides continuar intentando darle una segunda oportunidad.
Verdad es que cada persona tiene sus gustos literarios y lo que a uno le puede interesar tal vez a la otra persona no, y viceversa. Y verdad es que siendo este un blog sobre libros y / o temas literarios no hable de posibles decepciones como lector y deba hablar siempre de libros, de lecturas "para todos los públicos", pero tal vez escribiendo y publicando esta entrada consiga que alguien me plantee una opinión contraria a la mía y me convenza de tal manera para darle una nueva oportunidad y mire ese libro o libros con otros ojos, con otra mirada diferente a la que haya tenido.
Y eso mismo, la posible decepción ante una obra, me ha pasado recientemente con dos novelas. Son dos libros "curiosos". No lo voy a negar. Tal vez por eso no haya captado la esencia de los libros en sí. Tal vez sea este argumento o posiblemente sea que no ha sido el momento adecuado para iniciar la lectura de estas dos novelas
Por un lado me he encontrado con:
Autor: Kevin Wilson Título: La familia Fang Año de publicación: 2011 Editorial: Ediciones B 380 páginas ISBN: 978-84-02-42126-5 |
El norteamericano Kevin Wilson nos plantea la historia de una familia, compuesta por dos hijos- chico y chica- y sus respectivos progenitores, cuya particularidad más significativa es que van realizando diferentes performances con la pretensión de no dejar indiferente a nadie generando toda una serie de emociones, de sensaciones agridulces (como una de las performances que realizan en la que presentan a su hijo a un concurso de Miss disfrazado de niña). Sus hijos, cuando son pequeños, forman parte activa de la capacidad creativa y artística de sus padres, pero a medida que van creciendo intentan iniciar su propio camino alejados de dicho arte familiar.
El reencuentro de los hijos, que decidieron en su día ir por caminos diferentes, con sus padres provoca toda una serie de acontecimientos, de acciones.
El humor que podemos encontrar en las páginas de esta novela (sencilla, singular) podría apuntar que roza lo absurdo.
Por otra parte tenemos la siguiente novela:
Autor: Sue Towsend Título: La mujer que vivió un año en la cama Año de publicación: 2012 Editorial: Espasa 418 páginas ISBN: 978-84-670-2547-7 |
El título en sí ya te atrae, te transmite curiosidad por coger la novela y aventurarte a su lectura. Y el argumento que plantea la autora Sue Towsend, por qué negarlo, te incita a que te adentres en sus páginas. Y es que ¿a quién no se le ha pasado por la cabeza, como a la protagonista de la historia, dejar a un lado todo y estirarse sin ganas de hacer nada? Pues bien, eso mismo es lo que durante un año, y sin previo aviso aprovechando que sus dos hijos gemelos inician su andadura en la universidad, realiza Eva. A partir de esa situación en la que decide no hacer nada, estirarse en la cama y tomar toda una serie de decisiones (como el cambiar por completo la habitación donde se encuentra) y vivir asimismo todo un conjunto de situaciones con diferentes personas que van entrando en su vida de manera ocasional o con personas de su entorno familiar (véase su marido a quien descubre después de muchos años de convivencia una amante, sus hijos, una "amiga" de sus hijos -con la particularidad que es una mentirosa compulsiva y necesita poderosamente llamar la atención-, entre otros curiosos personajes).
Cierto es que toda esta mezcla puede llevar a pensar en una muy buena novela, pero confieso, como indiqué más arriba, que a mí personalmente no me ha acabado de convencer. No negaré que algunas situaciones cómicas narradas te invitan a esbozar una sonrisa y alguna que otra carcajada, pero tal vez esperaba más o simplemente, y como comentaba anteriormente, no haya sido el momento adecuado para dicho libro.
Si alguno de vosotros ha leído la novela puede aportar su visión al respecto. Siempre se está a punto de dar una segunda oportunidad a una novela, en este caso dos...
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