Autor: John Grisham Título: La herencia Plaza & Janés Publicado en 2014 571 páginas ISBN: 978-84-01-34303-2 |
No recuerdo con exactitud cuándo fue mi primera incursión lectora en el universo literario de John Grisham. Han pasado tantos años de aquel momento...Y solo tengo anotadas todos aquellos libros que suelo leer a lo largo de todo un año desde 2003, por lo que ese primer instante supongo que fue mucho antes de aquel año.
Pese al tiempo transcurrido sí recuerdo el título de aquella novela: Cámara de gas. Fue gracias a esta novela judicial, por denominarla de alguna manera, que me aficioné a este autor, pues en cada, cada vez que existía la posibilidad - ya por tener noticias de la publicación de una nueva obra de ese escritor estadounidense, ya por verlas en las estanterías de la biblioteca correspondiente- de leer una novela suya lo hacíamos.
Pasaron los años y ese interés por el autor y sus novelas sobre abogados o sobre temas relacionados con el sistema judicial estadounidense fue decreciendo - por falta de tiempo o por tener otros caminos lectores más "jugosos"-. Al final solo quedé yo y en 2013 tuve mi última incursión en la obra de este autor con Los litigantes. Necesitaba otros senderos, mas pese a ello no he dejado de seguirle la pista e ir anotando cada nueva publicación, u otras novelas que en su momento decidí aparcar, en la lista de lecturas pendientes.
Tres años después he querido retomar la obra de John Grisham, al menos uno de sus títulos y el tiempo dirá si sigo entre la alternancia de obras y géneros con algunas de las obras literarias de su extensa bibliografía.
Seguramente todos tendréis alguna idea de quién es John Grisham, aunque no está de más realizar una breve pincelada.
John Grisham es un escritor estadounidense que antes de dedicarse por completo a la escritura estuvo ejerciendo durante 10 años como abogado criminalista en una localidad de Mississipi, por lo que los conocimientos adquiridos en aquella época, así como de sus estudios, han quedado reflejados de alguna forma en su extensa obra literaria. Obra, por otra parte, dedicada principalmente a cuestiones relacionadas con la abogacía y los entresijos del derecho estadounidense, aunque podemos encontrarnos alguna que otra novela que se sale de esta temática (Una navidad diferente, por ejemplo).
Publicada en 1987 Tiempo de matar fue su primera novela. Desde entonces ha ido encadenando títulos (Cámara de gas, El informe pelícano, El cliente, Causa justa y un largo etcétera), así como éxito de crítica y público, amén de que algunas de sus novelas han sido llevadas al cine.
La herencia ha sido la novela que me ha hecho retomar la senda de John Grisham. Una novela, esta, que recupera a un personaje de otra de sus novelas, concretamente Jack Brigance de Tiempo de matar. No se trata, aun así, La herencia de una segunda parte ni de una serie de novelas protagonizadas por este joven abogado (al menos de momento), aunque leyendo La herencia se encuentran varias referencias al caso que llevó Brigance años atrás y que forma parte de la trama de Tiempo de matar.
Puede leerse La herencia de manera totalmente independiente y sin haber leído con anterioridad la primera novela del autor.
"Encontraron a Sed Hubbard más o menos donde había prometido estar, aunque no exactamente tal y como esperaban. Colgaba de una soga a metro y medio del suelo, y el viento lo mecía ligeramente. Le encontraron empapado por el paso de un frente, pero ahora ya no importaba...Más tarde se dieron cuenta de que no tenía barro en los zapatos, ni había dejado huellas..."
[...]
(pág.9)
¿Quién és Sed Hubbard?
Sed Hubbard es un hombre de negocios, básicamente del sector maderero, con posibilidades económicas, que, dado lo avanzado de su enfermedad, decide poner punto y final a su vida, suicidarse, pero antes de llevar a cabo tal decisión intenta dejar en la medida de lo posible atados todos los cabos sueltos que considera necesarios tener en consideración y que puedan derivarse de su muerte y del nuevo testamento que ha redactado y ha enviado por correo a un joven abogado. El joven letrado que ha elegido para defender sus intereses cuando haya muerto y, por tanto, hacer valer su testamento es Jack Brigance.
El suicidio de Hubbard es el punto de partida de la novela y a partir de oficializarse el testamento y el nombre del abogado que debe hacer cumplir lo puntualizado por Hubbard van sucediéndose los acontecimientos y se va viendo cómo el proceso judicial y la defensa de los intereses de unos y otros va tomando forma.
Más allá de conocer cómo se va desarrollando el proceso y cómo funciona el sistema estadounidense, así como ver las posibles lagunas legales y/o las argucias que los abogados de uno y otro bando van llevando a cabo para lograr una sentencia favorable para sus intereses y los de sus representados hay otros aspectos que hacen interesante y recomendable esta novela.
La codicia y la ambición están presentes en toda la novela. La muerte de Hubbard ha provocado que sus familiares más directos, con los que apenas tenía contacto, se muestren especialmente interesados en velar por las propiedades y las ganancias del difunto y de rechazar que una parte importante, tal y como estipula el nuevo testamento, de los bienes vaya a parar a una trabajadora doméstica negra. Mas esta codicia y esta ambición también se observa en los abogados que pleitean contra Jack Brigance.
Otro de los "ingredientes" de esta novela es ver el componente racial presente en la obra. El hecho que la principal beneficiada del testamento, sin pretenderlo, sea la trabajadora doméstica negra provoca todo un conjunto de reacciones en contra que van más allá de los directamente implicados en el proceso judicial y un intenso debate.
Leyendo esta novela podemos conocer el entramado judicial estadounidense y cómo funciona este en la cuestión hereditaria, pero más allá de la temática de abogados tan característica en la mayoría de las novelas de John Grisham, podemos prestar mucha más atención a otros aspectos como los señalados de la codicia, la ambición, el componente racial o como descubrir los motivos por los que Sed Hubbard decide legar prácticamente todo su patrimonio a una negra. Este punto de la novela me ha sorprendido, pues no me lo esperaba y es un punto adicional para recomendar esta obra literaria.
Del amplio elenco de personajes, entre protagonistas y secundarios, que van apareciendo a lo largo de las páginas de la novela personalmente destacaría a cuatro:
- Jack Brigance. Este joven abogado, conocido por la comunidad, sobre todo la negra, por haber representado en un proceso judicial, del que salió victorioso, a Carl Lee Hailey, es el personaje protagonista de la novela. Durante toda la novela se ve su evolución,se van conociendo aspectos de su vida personal y profesional, sus ideales, sus principios.
No actúa solo. Tiene a su lado a ciertos personajes algo curiosos que, según lo veo, le permiten crecer.
- Lettie Lang. Trabajadora doméstica negra que se ve involucrada en todo el proceso testamentario. Va cobrando fuerza a medida que pasa la novela, pero sufre "apagones" provocados por la codicia de su marido, por las acciones del abogado que inicialmente la representa y por la enorme cantidad de familiares que surgen una vez han sabido que Lettie Lang es beneficiaria de un importante legado.
- Ozzie Walls. Sheriff negro que tiene, a raíz del caso que llevó en su día, en gran estima a Brigance, y que le va ayudando en el caso, en ocasiones actuando por su cuenta y tomando ciertas decisiones que pueden rozar la frontera de la legalidad.
- Juez Atlee. Curioso personaje perfilado por Grisham. Con las ideas meridianamente claras va tomando impulso conforme va avanzando el caso.
Cierto es que uno tiene la sensación de conocer cómo van a acabar las novelas de John Grisham, cómo el abogado principal, el que lleva el caso, consigue solucionar favorablemente o consigue hacer frente a un buen número de obstáculos, aunque en alguna ocasión no logre el éxito pleno, pero uno puede leer esta novela de La herencia desde otra perspectiva. Ir más allá del sistema judicial estadounidense.
Por tanto, recomiendo esta novela que no se hace en ningún momento pesada, que tiene ciertos giros, ciertas subtramas interesantes, que hacen que te atrapen en el momento que las percibes.