martes, 14 de enero de 2014

2014, ¿año literario?


    Apenas han transcurrido dos semanas del año entrante y ya se han mostrado algunas pinceladas que pueden apuntar a que este 2014 va a ser un año movido en cuanto a novedades editoriales y noticias relacionadas con el mundo de los libros.

    Para empezar el año literario, amén de la celebración y entrega del primer premio literario del año- el Premi Nadal- Isabel Allende ha publicado nueva novela, El juego de Ripper, mas lo relevante de esta nueva novela de la escritora chilena es que se adentra en un género, el negro, del que es "novata".

     Veremos a ver si con esta incursión al género negro aumenta legión de seguidores y si esta novela merece un espacio destacable.

     Veremos a ver qué novela o novelas o autores tienen su año, si hay alguna novela juvenil a tener en cuenta, si hay alguna sorpresa literaria, si Domingo Villar publica su tercera novela con Leo Caldas a la cabeza, si Dolores Redondo vuelve a experimentar con su segunda novela de la Trilogía de Baztan - y de momento parece que sí- el mismo ímpetus interés alcanzado con su primera novela.

     Veremos si los cambios ya oficializados en la agencia literaria Carme Balcells generan algún tipo de movimiento en esta partida de ajedrez que parece en ocasiones el mundo interno de los libros y de las editoriales y agencias.

     Y veremos si en este año 2014 volvemos a lamentar alguna pérdida. Si en el pasado 2013 el mundo de las letras- y en especial el de la filología- perdía a uno de sus referentes más importantes - Martí de Riquer-, en este 2014 de momento ya hemos perdido, hace escasos días, al editor y crítico Josep María Castellet.

     Veremos qué nos depara este 2014....¿Año literario?

domingo, 12 de enero de 2014

Va de joyas literarias



    De tanto en cuanto - ya por recomendación de alguna persona del entorno más cercano, por sugerencia de un seminario universitario (como es el caso) o por simple descubrimiento al pasear entre estanterías de librerías o de alguna biblioteca- uno se encuentra con alguna que otra joya lieraria, con alguna novela que aporta algo de frescura al panorama narrativo actual.

    Hay quien puede creer que calificar a un libro como joya literaria es una licencia que como lector me he atrevido a apuntar o una exageración que realizo, mas realmente merece tal distinción. Y es que pocas veces podemos encontrar o tener entre nuestras manos novelas de apenas 200 páginas- acostumbrados como estamos a que se editen y publiquen novelas que alcanzan o superan las 500- que te lleguen a cautivar, que como lector te sientas partícipe de la historia en si o como si estuvieras inmerso en las reflexiones que ahí se apuntan.

    Las lágrimas de San Lorenzo, de Júlio Llamazares, es una novela sencilla con cierto aire nostálgico, meláncolico, triste, de mirada hacia el pasado pensando en el presente.

     " Yo conzco este lugar porque viví en él algún tiempo. En una casa de campesinos abndonada por éstos cuando empezó la irrupción turística y la gente se trasladó a vivir en la costa. [...] La he visto antes, cuando veníamos, desde el camino que sube hasta esta colina ese cmanio de tierra que tatnas veces recorrí en la pequeña motocicleta con la que me desplazaba por toda Ibiza en aquella época [...]. Como siempre, me he preguntado si sus actuales dueños serían tan felices viviendo en ella como yo lo fuí en aquel tiempo.

          Fue hace ya un cuarto de siglo. Lo sé porque, al volver a verla, he hecho recuento de los años. ¡Veintiséis, la mitad de los que ya tengo! Pensaba que serían menos, pero siempre me ocurre eso cuando recuerdo.

 [...]

        Siempre me sorprende el tiempo. Más que el tiempo su fugacidad. Como una de esas estrellas que cada poco surcan el cielo perdiéndome para siempre, mi vida se va alejando a velocidad de vértigo de la memoria que conservo de ella. Mi vida y la de los demás. La de Pedro, por ejemplo, ya se desliza hacia su destino sin que yo me haya dado cuenta. Separado de él a la fuerza y sin posibilidad de verlo tatno como yo quisiera, apenas si he percibido que se ha ido haciendo mayor y que pronto abandonará la niñez.
[...]
        Luego vendrán las demás etapas: la adolescencia, la juventud, esa madurez  primera que también te sorprende un día cuando menos lo deseas y la esperas y, en fin, la definitiva, que es la que sucede a aquélla y que termina ya en la vejez.

[...]
     
      

      El paso del tiempo y las relaciones paterno-filiales son dos de los principales temas que en esta novela se abordan con el elemento en común de una acto simbólico como es la contemplación de las estrellas.
       La mirada del padre la vemos desde dos enfoques: como padre que acompaña en una situación vital simbólica - como es la observación del firmamento-, y como hijo pues él también- en otros tiempos en los que la vida y el trabajo en el campo formaban parte de lo cotidiano, del día a día- estuvo siendo niño acompañado por su padre.

     Y a través de esas dos miradas conocemos las inquietudes, lo vivido con anterioridad, las reflexiones que se hace o tiene como padre ante la cercanía de su hijo.

     Seguramente cuando tenga la oportunidad de releer esta novela encontraré algún detalle, alguna pincelada o reflexión que ahora me ha pasado desapercibido o no he sabido captar y se ha quedado instalado en la memoria a la espera que sea el momento adecuado para volver a aparecer.


      Título: Las lagrimas de San Lorenzo

        Autor: Júlio Llamazares

        Páginas: 191

        Año de edición: 2013

       Editorial Alfaguara

       ISBN: 978-84-204-1442-3

domingo, 5 de enero de 2014

Dime quién soy

Autora: Júlia Navarro
 Título : Dime quién soy
1097 páginas
Debolsillo
ISBN:978-84-9032-343-4


         En el amplio universo literario podemos encontrar todo tipo de obras, de mayor o menor calidad, de un número determinado de páginas, de distinto género o subgénero literario, que pueden entretenerte, ofrecerte dosis de reflexión, engancharte o simplemente aburrirte.
 
      Si estuviésemos hablando en términos de sabores culinarios podriamos llegar a apuntar que en ese universo literario hay lecturas que te dejan un sabor dulce (aquellas novelas u obras que desde el primer instante te atrapan, te permiten "desplazarte" por la historia como si tú mismo fueras el personaje, ya principal, ya secundario de lujo); otras con un sabor amargo (aquellas en la que piensas si hacía falta o aquellas cuya lectura abandonas poco después de llegar a las primeras 20 páginas); y, finalmente, tendríamos un tercer grupo formado por aquellas novelas u obras que te aportan un sabor agridulce, pues te entretienen, sí, pero percibes, sientes algo dificil de explicar, como si no te convenciera del todo lo que estás leyendo o has leído hasta el momento.

     La entrada del día de hoy está dedicada - claro está que es opinión personal y puede haber alguién con una perspectiva diferente- a una novela, Dime quién soy, de Júlia Navarro, que formaría parte de ese grupo de novelas de sabor agridulce. CIerto es que es una novela que me ha entretenido, pero a su vez no me ha legado a atrapar del todo, pues he visto o leído detalles que me han hecho dudar o cuestionar todo aquello (por ejemplo, cuestiono que  Amelia Garayoa, la protagonista de la historia, haya tenido tiempo suficiente para vivir todo lo que ahí se expone, se explica).

     Posiblemente uno esté algo mal acostumbrado a otro tipo de novelas históricas como las de Santiago Posteguillo o Ken Follet, por citar dos de los referentes, nacional e internacional, respectivamente, del género novela histórica del panorama actual.

     Porque, ¿podría considerarse Dime quién soy novela histórica o best seller? Dificil respuesta, sí, pero - y ahí se iniciaría seguramente otro debate al respecto- creo que Júlia Navarro emplea diferentes hechos históricos (Guerra civil española, II Guerra Mundial, campos de concentración nazis, etc.) como recurso para dar forma a la novela, para que la historia en sí cobre fuerza, sentido.

     Guillermo, el (caótico) periodista que intenta reconstruir la historia de Amelia Garayoa como antepasado suyo que es, y merced a un encargo recibido, es el personaje elegido por la autora para ser empleado como intermediario, como puente, para dar paso, a la reconstrucción de la vida de Amelia Garayoa a partir de la mirada histórica de los diferentes interlocutores con los que se va encontrando.

      El retrato del siglo XX que se nos ofrece a través de esas vivencias, experiencias y de la mirada de Amelia es extenso. Podemos vivir a través de las páginas de la novela la época de la II República Española, los movimientos prebélicos de la Guerra Civil Española, la misma contienda bélica y las consecuencias del enfrentamiento entre unos y otros, la II Guerra Mundial, los campos de concentración nazis, el exilio, la guerra fría, etc. Y todos vividos por la protagonista.

     Como indicaba anteriormente - y a mi modo de entender- no creo que sea una novela histórica en sí, sino una novela que gira alrededor de una serie de hechos históricos de prácticamente todo un siglo vividos en casi todo el mundo, pero especialmente en el continente europeo. Y todo esto, junto con las numerosas desgracias que padece Amelia,  resta cierto interés, cierto punto de credibilidad, para todos aquellos lectores que igual buscan o esperan algo más.

     Sí, todo es ficción. Todo es literatura, pero...

     De todos los fragmentos que podría compartir aquí de la novela y que reflejarían cada uno de los momentos históricos del siglo XX que se contemplan en la novela y que Amelia Garayoa, como persona civil o como espía, a las órdenes o no de un servicio gubernamental, ha podido vivir, destacaría el siguiente:

      " Yo tenía dieciocho años cuando me llevaron a Ravensbruck, en mayo de 1944. Mi madre era comisaría política y yo ansiaba serlo. También era una jovencísima comunista que adoraba al pobrecito Stalin, y que había destacado en las Juventudes Comunistas, ayudada por la influencia de mi padre, comisario político como mi madre.

    [...]

      Pero estoy contando lo que me sucedió a mí, y no es eso lo que ha venido a buscar; usted lo que quiere es que le hable de la española. Llegó a principios de septiembre del cuarenta y cuatro, estaba enferma y la destinaron a nustro barracón. La recuerdo muybien. Apenas podía andar, se notaba que no hacía mucho que la habían torturado. Casi no podía abrir el ojo derecho y tenía la cara amoratada por los golpes recibidos. Estba extramadamente delgada y tenía el cuello y la espalda surcada por las huellas de los instrumentos de tortura."
  [...]


      ¿Por qué he elegido este fragmento de los muchos párrafos de la novela? Al llegar a ese punto en el que Amelia Garayoa es detenida por los nazis y llevada al campo de concentración de Ravensbruck (no sé si la periodista y escritora Júlia Navarro ha querido rendir un pequeño homenaje) recordé que hace algunos años una persona, galardonada con el Premi Català de l'Any, había vivido realmente la ingrata experiencia de ese campo de concentración, y cuyos recuerdos han sido novelados por Carme Martí, en Un cel de plom.

      Hago referencia a Neus Català, la última superviviente catalana del campo de exterminio de Ravensbruck, pero su figura y la obra de Carme Martí merecen una entrada distinta en este blog...
    
     

jueves, 2 de enero de 2014

2014: reto lector



     Un nuevo año ha llegado y como siempre suele pasar uno se plantea nuevos retos, nuevos propósitos, algunos de los cuales al finalizar el año ve que no los ha llevado a cabo.

     Por lo que respecta a mi persona espero que el propósito de poder compaginar trabajo, universidad, cursos varios y vida personal (tarea ardua, lo sé, pero de momento he podido sobrevivir) con la lectura por placer. No sé si al final de este 2014 podré clamar ¡misión cumplida!, pero de momento el primer (la voluntad) y el segundo paso (echar el ojo a unos cuantos libros que llevan tiempo esperando en las estanterías de mi habitación mi apreciada visita) ya están hechos.

     Puede pasar también que ,  y como suele suceder en estos casos, algún libro u autor aparezca por sorpresa, sin haberlo previsto, y lo añada a la lista o sustituya a alguno de los libros que me propongo leer sí o sí. Y también es posible que surja algún que otro reto (véase el mes de la novela negra, o el mes de la novela gráfica)...pero todo esto es impredicible y habrá que esperar al último día del año 2014 para ver si los propósitos se han cumplido o no.

    De momento, el reto personal, y algo particular como lector, todo hay que decirlo, que me he marcado es de 12 meses, 12 libros.

     Mi reto para este año 2014 lo componen los siguientes autores y libros:

     1. Arturo Pérez Reverte, El francotirador paciente

     2. Ildefonso Falcones, La reina descalza

     3. José Luis Olaizola, La niña del arrozal

     4. Thomas Mann, La montaña mágica

     5. Akutagawa Ryunosuke, Vida de un idiota y otras confesiones

     6. John Steinbeck, De ratones y hombres

     7. David Monteagudo, Fin

     8. David Monteagudo, Marcos Montes

     9. Rosario Castellanos, Balún Canán

     10. Chuck Palahniuk, Asfixia

     11. Georges Perec, Un hombre que duerme

     12. Antonio Muñoz Molina, Sefarad.