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domingo, 15 de febrero de 2015

Redescubriendo y homenajeando a Agatha Christie (II): El misterio del tren azul



   La situación personal de los escritores puede en ocasiones influenciar en las obras que escriben y posteriormente publican. Asimismo, algunas cuestiones relativas a los momentos personales, buenos o no tan buenos, pueden  de alguna manera reflejarse en algunas obras literarias, ya en la trama narrativa, ya en cómo están perfilados algunos personajes, tratándose de novelas, y los matices o variaciones que pueden surgir a lo largo de la obra en sí.

 Mientras leía la novela de Agatha Christie con el detective  Poirot como personaje protagonista encontré en la red de redes una referencia acerca de la situación personal que en la época en la que escribió y publicó la novela El misterio del tren azul, la obra que comparto en el día de hoy, vivió la autora. Una situación que guarda relación con la muerte de su madre y la confesión por parte de su marido de haberle sido infiel, aspectos que le marcaron. Esta última cuestión, la infidelidad de su marido y su estado de ánimo causado por este hecho, se refleja de alguna manera en la novela que comparto en el día de hoy.


Autora: Agatha Christie
Título: El misterio del Tren Azul
Edición de 2011.
RBA
270 Páginas
ISBN: 978-84-9867-887-1


 
   El misterio del Tren azul aborda dos cuestiones relacionadas entre sí. Por un lado el tráfico negro de joyas, pues en la novela, amén de formar parte de la trama, se apuntan detalles de cómo puede funcionar el intercambio clandestino, de mercado negra, de joyas valiosas, de quienes pueden ser los intermediarios.
Por otra parte, una joven millonaria, con ciertos problemas matrimoniales (está a punto de divorciarse de su marido, un hombre con escaso fondo económico que no tiene muy buena relación con el padre de la joven), que decide viajar en el conocido Tren Azul para verse con su amante -  aspecto este que desconoce su padre-  y que es hallada muerta y desfigurada en su compartimento.

   La entrada en escena del detective Poirot me hace pensar que esta novela no estaba del todo planificada por la autora, pues en determinados pasajes se indica que el conocido detective Hércules Poirot está retirado, jubilado, de sus funciones, pero decide colaborar con la policía y la justicia, pues se encontraba en el momento y lugar adecuado (casualmente el detective Poirot también viajaba en el mismo tren que Ruth Kettering, la joven hallada muerta en su compartimento del tren). Sensación mía, a riesgo de errar...Uno puede llegar a pensar  que ha retomado el personaje de Poirot para relanzar o mejorar la novela.

  Las posibilidades y/o motivos para acabar con la vida de la joven son variados (y algunos tienen cierto componente económico) de ahí que vayan surgiendo toda una serie de sospechosos, el principal su marido, quien casualmente también se encontraba en el mismo tren, que se van descartando o se retoman en función de la investigación llevada a cabo por la policía conjuntamente con el detective Poirot, que lleva a la práctica su manera de hacer: fijarse en los pequeños detalles, en los matices, e ir preguntando aquí y allá.


¿Recomendaría esta novela? Sí, pues pese a que me ha parecido algo extensa (tal vez esté mal acostumbrado a las novelas breves de Simenon u otras de la misma autora) y en ocasiones me parecía que la escritora había alargado las tramas o las retomaba cuando ya pensabas que estaban claramente cerradas, es una buena novela. Pueden observarse ciertas cuestiones (robo de joyas y el tráfico negro, o las diferencias sociales existentes en la época) que contribuyen, a mi modo de ver, a enfocar de otra manera la novela o verla desde otra perspectiva, amén de la puramente detectivesca.