sábado, 21 de marzo de 2015

21 de marzo: Día internacional de la poesía



   De todos los géneros literarios tal vez el de la poesía sea el que menos seguimiento tenga y el que más dificultades de comprensión pueda tener la mayoría de la comunidad lectora. Y en este último punto seguramente vaya errado, pero pienso en todos aquellos estudiantes que prefieren otros géneros literarios que acercarse a la poesía o tiene ciertas dificultades para entender la esencia de aquel poema que escuchan recitar o que deben analizar.

   La UNESCO con la finalidad de acercar el género de la poesía al máximo de número de personas y darle, por tanto, la relevancia correspondiente, así como para homenajear a los grandes poetas que han aparecido, y siguen apareciendo, en la historia de la literatura universal, instauró en el año 1999 el Día Mundial de la Poesía.

  Es hoy 21 de marzo la festividad literaria de la poesía, un género valorado, pero olvidado por muchos. Y debo confesar que yo apenas le doy la importancia que se merece a este género literario que tantas sensaciones, tantos sabores ha repartido, promovido o divulgado.

   Seguramente cuando pensamos en autores que han dejado un legado poético podemos mencionar nombres de la talla de Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Gloria Fuertes, Francisco de Quevedo, entre otras figuras literarias del panorama literario español.

  Desde este espacio y atendiendo el día que es quisiera recordar una obra poética que forma parte de un subgénero como es la elegía, es decir, la poesía de lamento. Y no solo la deseo recordar porque se ha editado y publicado una edición de la obra realmente sugerente e interesante (y que he tenido la oportunidad de encontrar por casualidad en la librería) sino porque es una obra de referencia de la literatura española del siglo XV: Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique.

Autor: Jorge Manrique
Título: Coplas a la muerte de su padre
Ediciones Cálamo
Edición de 2014
ISBN:978-84-96932-90-6


Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo después de acordado
da dolor,
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.




   Ediciones Cálamo nos ofrece una edición singular de esta obra, pues difunde esta obra magna de la literatura castellana del siglo XV y una elegía escrita por Jorge Manrique y que lamenta la muerte de su padre y lo acompaña de ilustraciones como la que se puede observar en la imagen anterior que muestro creadas por Jesús Herrero Marcos.

  Sirva esta entrada para "celebrar" desde esta ventana virtual el Día Mundial de la Poesía y para ofrecer una pequeña pincelada de una obra singular (apunto pequeña pincelada, pues esta obra, así como la edición de esta editorial merecen una entrada diferente...


miércoles, 18 de marzo de 2015

Va de romanos...Novela histórica: Pan y circo, de Yeyo Balbás

Pollice Verso (1872), de Jean León Gérome

   Se suele apuntar que las comparaciones son odiosas. Y es que tenemos la tentación de comparar algo que estamos viviendo con lo vivido con anterioridad. En el ámbito de la lectura creo que sucede lo mismo, pues en ocasiones, con intención o sin ella, solemos comparar una obra literaria que estamos leyendo con una que hemos leído del mismo género literario o de la misma temática.

  Debo confesar que con este libro que he podido leer y que deseo compartir he realizado  tal acción (he pecado sí, XD). Si anotamos novela histórica, época del Imperio Romano como contexto histórico y conspiraciones políticas entre senadores romanos para alcanzar el poder, sea el de un cargo senatorial u otro de mayor alcance, nos puede venir a la memoria, si hemos tenido la oportunidad de acercarnos al autor y a alguna de sus novelas, un referente en estas lides: Santiago Posteguillo, con lo que la comparación es inevitable si encuentras una novela con dicho trasfondo histórico.

  He apuntado que con la lectura de esta novela he realizado el acto de comparar (esta novela con otra de Santiago Posteguillo), pero fue tan solo al inicio, pues a medida que iba leyendo fui dejando de lado los posibles prejuicios y me adentré en la inmensidad de esta novela, no por su extensión en páginas (relativamente "pocas" en relación con las novelas de Posteguillo. Sí, otra comparación. Era inevitable...), sino por el tema, por la acción narrativa planteada.


Autor: Yeyo Balbás
Título: Pan y circo
Publicado en 2013
Roca editorial
475 páginas
ISBN: 978-84-9918-618-4

  Yeyo Balbás es un autor español, de origen cántabro, y Pan y circo es su primera novela publicada (en 2013; poco tiempo después publicó su segunda Pax Romana con el mismo contexto histórico que la primera).

   "El dolor siempre llegaba primero.
  Una lacerante punzada recorrió su espalda cuando las tiras de cuero azotaron su piel y la dejaron en carne viva. Luego oyó el restallado del látigo, justo detrás de la nuca, como el sonido del trueno tras el fulgor del relámpago. Solo entonces descubrió el motivo: se había rezagado para ayudar a un compañero que apenas podía mantenerse en pie, y el capataz se lo había hecho saber.
  En la vida de un hombre libre, la conciencia de un acto simple procede a sus consecuencias. Para u esclavo esa cadena se invierte, y muchas veces solo responde al capricho.
  Marco ayudó a Niñato a reunirse con el resto de prisioneros: una veintena de hombres y mujeres encadenados, tan harapientos como él.
  Era mediodía y el sol derramaba sobre sus cabezas una abrasadora cortina de plomo fundido..."

      [...]   (página 11 )

 De esta forma el cántabro Yeyo Balbás inicia esta novela histórica interesante e intrigante, que sitúa la acción narrativa alrededor del año 23 a.c, y en una época en la que el Emperador Augusto se encuentra seriamente enfermo y sus rivales políticos, así como alguno de sus herederos, tratan de aprovecharse de esa situación y de la crisis económica y social que está asolando la ciudad más importante del Imperio Romano.

  Las conspiraciones que giran alrededor de la sucesión de uno u otro gobernante han sido una constante en toda la historia de uno de los imperios de la historia antigua más importantes. Lo he hemos podido ver, ya como estudiantes, ya como lectores sin una obligación estudiantil detrás, en numerosos textos de ficción y de no ficción que se han escrito y documentado sobre el tema. Asimismo, conocemos- sobre todo los que estamos vinculados de alguna manera al mundo de la filología o de las letras puras- textos de la época (véase las famosas Catilinarias de Cicerón) donde se dan buena cuenta de ciertas conspiraciones.

  La acción narrativa de esta novela no gira completamente sobre las intrigas, las conspiraciones para desbancar del poder al Emperador Augusto, ni de las maquinaciones - de ámbito empresarial- para provocar el descontento del pueblo y así provocar la furia de este sobre el gobernante máximo. Esta novela aborda a partir de la figura de Marco Vitrubio Rufiano, personaje protagonista, diferentes aspectos que guardan relación con el Imperio Romano: el día a día de los gladiadores, su estatus dentro de la sociedad romana, su forma de luchar, el mundo de las legiones romanas, las relaciones sociales entre los más privilegiados de la sociedad romana, como senadores, cónsules, etc.

  Con la lectura de esta novela histórica uno puede adentrarse por los diferentes temas mencionados sin perder el hilo narrativo, sin perderse en detalles, pues todos, cada uno de ellos, forman parte de la estructura de la novela. No hay, a mi entender, ningún aspecto que pienses que no esté debidamente documentado, que no se adapte a las necesidades de la novela, de la historia en sí. Los temas paralelos que van surgiendo invitan a que una vez concluida la lectura de la novela desees buscar otro tipo de referencias para ampliar lo leído.

  Marco Vitrubio Rufiano, un  legionario romano reclutado para ejercer de espía y que acaba como gladiador para recabar la información necesaria para desbaratar los planes conspiratorios, es el personaje protagonista y sobre él recae uno de los temas relevantes de esta novela: el mundo de los gladiadores y el efecto que tenían sus actuaciones a vida o muerte en el pueblo y cómo eran utilizados por los gobernantes para hacer olvidar a los ciudadanos las carencias económicas y/o alimentarias que padecían.

  Las escenas narrativas dedicadas al mundo de los gladiadores, a las luchas entre ellos, me parecen de una "belleza" extraordinaria, mas también aspectos de índole personal, sentimental que valen la pena tenerlas en cuenta.

  Pan y circo novela histórica de romanos. Novela de igual calidad que las novelas de Santiago Posteguillo. Obra literaria que merece la pena darle una oportunidad. ¿Fallos? Seguramente alguno tendrá (posiblemente alguna que otra escena dé la sensación de dejar alguna puerta abierta, de que merecía seguramente una mayor extensión para reforzar lo explicado), pero todo depende de la visión del lector que se adentre en las páginas de esta novela.




domingo, 15 de marzo de 2015

La Gran Depresión vista en una novela de James Ross: Mal dadas


Autor: James Ross
Título Mal dadas
Publicada en 1940.
  Edición en castellano: 2013
Editorial: Sajalín editories
360 páginas
ISBN: 978-84-940627-3-5

  El proceso de búsqueda de lecturas para saciar el apetito lector y/o para continuar la formación como tal depara interesantes descubrimientos y agradables sorpresas.

  Pasa en ocasiones que uno no tiene un horizonte marcado, aunque la lista de lecturas pendientes aumente considerablemente día a día, y se inclina por la aventura de pasear, de trastear por las estanterías de la biblioteca de la que soy visitante habitual con la intención de encontrar una obra que inspire la motivación suficiente para adentrarse en sus páginas.

  Muchas veces descubres novelas, cuya existencia conoces por comentarios de aquí o de allá, u autores, noveles o no, que no tienen el mismo recorrido y/o fortuna que otros escritores. Otras veces encuentras libros de editoriales que no has visto reflejadas en ningún espacio y que merecen prestarles la debida atención tanto por el mimo con el tratan la obra literaria que editan como por rescatar autores, fallecidos o no, y/u obras publicadas en su lengua original tiempo atrás, pero no traducidas y que este tipo de editoriales rescatan.

  Tema interesante el de la existencia de estas pequeñas editoriales independientes que intentan hacerse un hueco en este amplio mundo de los libros. Y una de estas editoriales, uno de esos libros rescatados y que he tenido la oportunidad de encontrar y leer: Mal dadas, de la editorial Sajalín, del autor estadounidense James Ross.

  James Ross (1911-1990) es un autor estadounidense que participó en la II Guerra Mundial y poco llegó a publicar: relatos y la novela que en esta entrada deseo compartir: Mal dadas.

  Ambientada en el período de la Gran Depresión (gran crisis económica de finales de los años 20 y parte de los años 30 del siglo XX originada en Estados Unidos y que se extendió por diferentes países del mundo. Es la conocida como crisis del 29 con todos los efectos conocidos de esta etapa) la novela de James Ross refleja la situación de penuria, de intentar alcanzar el bienestar económico con los medios necesarios, de dos personajes principales, aunque bien es verdad que a lo largo de la novela el autor ofrece ciertas pinceladas de otras figuras que ayudan a contextualizar ciertas situaciones, a entender el porqué de ciertas acciones.

  Jack MacDonald, un joven granjero acuciado por las deudas, decide aceptar la propuesta laboral de un antiguo compañero de escuela, Smut Milligan, para trabajar en un salón de carretera y vende sus propiedades para saldar buena parte de la deuda que ha contraído y que no ha podido eliminar anteriormente y empezar de cero.

  La alianza de ambos personajes reporta a ambos grandes beneficios, pero todo se trunca cuando ambos llevan a cabo una acción, planteada por Smut, deseada por todos -tanto estos dos protagonistas como los otros personajes secundarios de la novela- dado el montante económico que pueden y logran conseguir (aunque al tratarse de algo ilícito no pueden hacerlo salir a la luz de inmediato) y las dudas, el miedo a una traición hacen acto de presencia.

  Si mencionaba más arriba que el contexto histórico en el que está ambientada la novela es el período de la Gran Depresión he de apuntar que el lugar donde transcurre buena parte de la acción narrativa es un pueblo de Carolina del Norte, Corinth, y ahí es donde se reflejan las penurias académicas de sus habitantes, las actividades lícitas e ilícitas (contrabando de alcohol prohibido) que permiten subsistir y pagar deudas, aun adeudándose mucho más. También se observa en esta novela cómo las autoridades (el sheriff, por ejemplo) hacen y deshacen a su antojo, y dejan hacer,  en función de sus intereses personales o económicos, con lo que las corruptelas son evidentes, pero no denunciadas.

  Un ejemplo de lo expuesto, tanto de los tejemanejes de la autoridad del pueblo, como del asunto que tienen entre manos Smut y McDonald, sería este fragmento:


  " Nos quedamos por allí mientras el sheriff y sus hombres se ponían a buscar. Empezaron por la sala principal; es decir, empezaron el sheriff Pemberton y Brok Boone, porque John Little se fue a la pista de baile. No se quemaba precisamente.
Lo revolvieron todo y miraron por todas partes menos donde estaba el aguardiente. Yo estaba pendiente de Badeye. No decía nada en voz alta, pero sí movía los labios y decía "caliente" cuando se acercaban y "frío" cuando buscaban por donde no era.
No sabía qué demonios era aquello. ¿Habría dejado Smut de pagar la comisión habitual? ¿O sencillamente Astor Legrand había hecho una jugada sucia de las suyas? Me quedé desubicado durante un rato.
                                                                       [...]

  No iba detrás del aguardiente de maíz. Aquel registro era más falso que los amores de Lover's Lane. No tenía ni idea de por qué habían montado aquel numerito, pero me daba miedo que estuviera relacionado con el asesinato. Todo aquello me olía a chamusquina. Para empezar, Smut se había sorprendido muchísimo al ver aparecer al sheriff. 

                                                               [...]

                     (página 270)


  Un detalle, tal vez poco concluyente, que me ha llamado la atención. De todo el elenco de personajes que aparecen por la novela y que tienen cierta relevancia, Jack McDonald, quien narra en primera persona la acción narrativa, es de los pocos que sabe leer y escribir y que tiene ciertos conocimientos que le ayudan a sobrevivir, algo que otros personajes parece que carezcan dado que, al menos así lo he visto reflejado en la novela, se dedican a sobrevivir y vivir al día sin tener posibles perspectivas de futuro.

  Buena e interesante novela que ha valido la pena haber descubierto por casualidad, que no se ha hecho pesada su lectura, pues el autor, pese al contexto histórico y las pinceladas de este abordadas, tiene un estilo no excesivamente duro, cargadas con dosis de cruda realidad e ironía.


martes, 10 de marzo de 2015

Descubriendo nuevos autores y novelas (IV): Juan Jacinto Muñoz Rengel, El asesino hipocondríaco


Autor: Juan Jacinto Muñoz Rengel
Título: El asesino hipocondríaco
Editorial: Plaza & Janés
Año de publicación: 2012
215 páginas
ISBN: 978- 84- 01- 35225-6


  La actividad bloguera se ha ralentizado últimamente, pero las ocupaciones estudiantiles se han llevado parte del "protagonismo", aun así he seguido leyendo y una de las novelas que he podido acabar durante estos días es la que deseo compartir en el día de hoy.

  La ingente cantidad de novedades literarias que se publican cada año hace imposible que se tengan en cuenta ciertas obras o determinados autores. Quiere la casualidad que de tanto en cuanto encuentre novelas de autores poco conocidos (o mejor debería apuntar autores que no tienen las mismas oportunidades -por motivos editoriales o por otras cuestiones que en realidad se me escapan dado mi desconocimiento en la materia- que otros novelistas en cuanto a divulgación comercial se refiere) que me atraen de tal manera que les doy una oportunidad como lector. Y debo apuntar que las expectativas creadas se han superado con creces.

   Leída la novela no sabría identificarla con un género concreto, pues aunque tiene, a mi parecer, pinceladas de género negro no se ajustaría a los patrones habituales de este tipo de obras literarias.

  ¿Quién es Juan Jacinto Muñoz Rengel? Es un autor español muy conocido por sus relatos (dos de sus libros de relatos son 88 Mill Lane, De mecánica y alquimia, obras que han sido valoradas hasta el punto que han sido finalistas de distintos galardones como el Premio Setenil) y que se ha pasado a una extensión más amplia de la narrativa hace relativamente poco. De hecho, El asesino hipocondríaco, su primera novela, se publicó en el año 2012. 

  ¿Es posible encontrar  a un personaje literario que padece mil y una dolencias y que le imposibilitan su quehacer diario o le impiden llevar a cabo, al cien por cien,  un encargo como asesino profesional? La respuesta es afirmativa una vez leíDa la novela El asesino hipocondríaco. Y es que nos encontramos en esta obra de Juan Jacinto Muñoz Rengel con un personaje peculiar aquejado de todas las dolencias y/o trastornos posibles. 

   El hilo argumental de esta peculiar novela aborda el caso de un asesino profesional de ascendencia argentina que se describe de la siguiente manera:

   " Por encima de todo, soy un hombre asediado por la mala suerte. Desde que tengo uso de razón, desde que era un niño endeble y quebradizo, el infortunio me ha perseguido en cada uno de mis movimientos por el mundo.
  Si escojo entre dos direcciones, la otra era la acertada. Si salgo llevando conmigo el paraguas , lo pasearé todo el día por la ciudad sin darle ningún uso. Si pongo la otra mejilla, me golpearé en toda la nuca. Si alzo una mano para reclamar, probablemente sufriré una luxación en la clavícula"

  [...] (página 16) 

  Y este asesino profesional, aquejado de mil y un dolores, y víctima de infinidad de situaciones de mala suerte recibe el encargo de matar a un hombre de negocios - Eduardo Blastein es su nombre- , pero las diferentes oportunidades de acometer esta acción, así como las persecuciones u otras acciones relacionadas con el asesinato que debe acometer, se ven interrumpidas por cuestiones relacionadas con la mala fortuna o por "incompetencia" del mismo asesino.

  Combina Juan Jacinto Muñoz Rengel en esta su primera novela, publicada en 2012, la narración de las acciones o las variadas situaciones del verdugo y de su víctima con la intercalación de episodios en los que el mismo personaje principal, el asesino a sueldo, explica las dolencias y/o enfermedades que padecieron en su tiempo escritores relevantes del panorama literario internacional. Un ejemplo de esto mismo que podemos encontrar en la novela sería este fragmento: 

  "Por encima de todo, Edgar Allan Poe, como yo, fue un hombre asediado por la mala suerte. Desde que tuvo uso de razón, desde que de niño se supo heredero de las enfermedades y el alcoholismo de sus padres nómadas desde que se viera subido en la caravana de carromatos destartalados y mugrientas de aquella compañía de cómicos, el infortunio le persiguió en cada uno de sus movimientos por el mundo."

 [...]  (página 37)

   Si en este fragmento de ejemplo se plantea el caso de uno de los precursores de la novela negra, de la novela de detectives-  como es el de Edgar Allan Poe- , a lo largo de la novela se abordan los casos de otros autores que, según narra el autor mediante la voz del asesino a sueldo (una voz narrativa que en toda la novela es en primera persona), padecieron algunas o buena parte de las dolencias que al personaje se le observan como : Descartes, Lord Byron, Kant, etc. 

  Explicar mucho más de la novela sería desvelar parte de la trama y dejar sin efecto ciertas situaciones que invitan a esbozar más de una sonrisa, tanto por las dosis de humor elegante que destila el autor en sus páginas como por las diferentes situaciones que los dos personajes protagonistas de la obra viven. Novela, por tanto, totalmente recomendable, pese a que puede pasar desapercibida. Aun así vale la pena descubrirla.

  

lunes, 2 de marzo de 2015

Último adiós a uno de los referentes de la novela negra española: Francisco González Ledesma



  ¿Qué decir ante la pérdida de una persona? Uno nunca encuentra las palabras adecuadas para ofrecer unas frases de consuelo ante la pérdida de un ser querido y opta por un gesto, una mirada de comprensión.

 Cuando se trata de un escritor, de un referente de las letras, al que has seguido, del que has leído alguna de sus obras y tienes, además, algunas de sus novelas en tu interminable lista de lecturas pendientes, pero que no conoces en persona o no tienes más relación que la de lector el único homenaje que piensas que le puedes ofrecer es dedicarle una entrada, unas palabras en un espacio en el que sueles compartir lecturas, temas que a ti como habitual lector deseas exponer, deseas, valga la repetición, compartir.

  Es por eso que esta entrada del día de hoy va dedicada a un escritor que hace unas horas ha fallecido. Este es mi pequeño homenaje a Francisco González Ledesma, escritor y periodista barcelonés fallecido en la madrugada del día de hoy.

 Méndez, el policía decadente, es el personaje de parte de las novelas de género negro cultivadas por este autor, ganador del Premio Planeta en su edición de 1984 con Crónica sentimental en rojo, novela en la que ya aparece este peculiar personaje, aunque su primera aparición fue en Expediente Barcelona un año antes. Es un personaje célebre que ha pasado a la historia de la novela negra, de la misma manera que Carvalho, el personaje protagonista de las novelas de Manuel Vázquez Montalbán.

Publicó numerosas obras tanto con su propio nombre - las 11 novelas que conforman la serie de obras con Méndez como protagonista- como con pseudónimo. Bajo otro nombre publicó como Silver Kane, muchas de las mil novelas publicadas con dicho nombre eran de vaqueros y del Oeste,  y como Enrique Moriel (dos novelas "recientes, de los años 2007 y 2008), entre otros pseudónimos.

Fue un autor galardonado con algunos de los premios más representativos de la escena literaria: El Premio Internacional de Novela, aunque la novela con la que ganó dicho reconocimiento fue censurada; el Premio Planeta, entre otros.

Sirva esta entrada como pequeño homenaje a la figura de un escritor relevante de las letras españolas y de uno de los impulsores de la novela negra con cierto trasfondo de crítica social. Queda su legado literario...



domingo, 1 de marzo de 2015

Relecturas de novela negra: La playa de los ahogados, de Domingo Villar

Autor: Domingo Villar
Título: La playa de los ahogados
Siruela Ediciones
Año de publicación: 2009
445 páginas
ISBN: 978-84-9841-129-4


   Carvalho, Méndez, Bevilacqua, Petra Delicado, Ricardo Cupido...Son estos algunos de los personajes célebres de la novela negra española, investigadores, ya de índole privada, ya pertenecientes a diferentes cuerpos de seguridad que en solitario o formando pareja o equipo encabezan investigaciones. Y como pasa con los escritores españoles de este género literario la lista de nombres va ampliándose (véase la actual Amaia Salazar, por ejemplo).

   Si en la anterior entrada publicada hacía mención a una nueva autora que había (afortunadamente) descubierto - y por ende una nueva personaje: la Comisaria María Ruíz- en la del día de hoy anoto no solo el nombre de otro autor a tener en cuenta en el panorama literario español, más conocido que Berna González Harbour, aunque con menor presencia en los medios respecto a otros escritores, pese a que cuenta en el escaparate literario con dos novelas) sino también el del personaje literario que encabeza la investigación pertinente en la novela. Se trata de Domingo Villar y su Leo Caldas.

  Debo confesar que La playa de los ahogados no ha sido un descubrimiento actual, pues ya tuve la oportunidad de encontrarme con ella y de poder leerla años ha. Ahora, pasado el tiempo, he optado por volver a ella, por releerla.

  Domingo Villar, autor gallego residente en Madrid que ha ejercido como guionista de televisión y cine, supuso en su momento un soplo de aire fresco en el género de la novela negra española y a toda aquella persona que buscaba nuevos horizontes literarios en este frente siempre recomendaba- y recomiendo- las dos novelas de este autor: Ojos de agua y La playa de los ahogados.

  Las dos novelas que conforman la serie protagonizada por la pareja de policías Leo Caldas y Rafael Estévez está ambientadas en Galicia, territorio geográfico conocido por el autor, dado su origen. Una Galicia reflejada de manera real, cercana, con ciertos tópicos (el responder con una pregunta ante un mismo interrogante, por ejemplo) descritos literariamente con cierto humor, con deje crítico, aunque sin llegar a la parodia.

 Como he apuntado Leo Caldas y Rafael Estévez son los dos policías protagonistas que encabezan la investigación policial sobre el caso que deben resolver, aunque el primero de ellos es quien tiene mayor fuerza, quien mayor peso tiene en la trama, como personaje. Ambos personajes son totalmente diferentes entre sí. Mientras que uno -Leo Caldas- se nos presenta como un inspector de policía de origen gallego, reservado, pausado, conocedor de las costumbres, de los tópicos que rodean al pueblo gallego; el otro - Rafael Estévez- es mucho más directo, más terco, más impaciente (se refleja cuando interroga o conversa con personajes de origen gallego y ve que las respuestas que recibe son preguntas o vagas observaciones).

  Relacionado con el personaje de Leo Caldas merecen apuntarse tres aspectos de las que la novela da buena cuenta de ello:

   - Amén de inspector de policía Leo Caldas, como tal, colabora en un programa radiofónico Patrulla en las ondas  de una emisora local en el que trata de escuchar a los oyentes que llaman para emitir sus quejas y/o denuncias y ofrecerles consejo o soluciones a los problemas planteados. Su labor en la radio le hace conocido, algo que le desagrada en parte: en el transcurso de la investigación se encuentra personas a las que debe interrogar y que tras conocer el nombre del inspector le recuerdan su paso por el programa radiofónico. 

   - La figura del padre de Leo está presente en toda la novela, tanto directa (vida familiar especialmente) como indirectamente. En este último punto la figura de su padre sale a relucir ante determinados personajes de la novela. Leo Caldas debe convivir con este hecho en el transcurso de la investigación que está llevando a cabo.

   - Como todo personaje relevante como investigador de novela negra también la vida sentimental está presente en esta novela. Conocemos la difícil relación que mantiene con una pareja que tuvo y que piensa que ha perdido, pese a los intentos de su padre de que restablezca la relación.


  El hallazgo del cadáver de un marinero, vecino de un pueblo costero gallego, no suele ser una sorpresa para quienes se dedican al mar (en el sentido que el temporal en alta mar o los accidentes en determinados puntos y ante la realización de diferentes tareas relacionadas con la pesca se han cobrado numerosas vidas), pero sí un drama difícil de asumir. Y si ese cadáver aparece maniatado, como sucede en la novela y que da origen al caso que deben resolver los dos policías, la sorpresa es mayúscula.

  A partir de este hecho y de las dudas que suponen el  apuntar como suicidio la causa probable de la muerte del joven marinero entran en escena los dos policías, pareja investigadora que debe, amén de aclarar la muerte del marinero, investigar un suceso acaecido años atrás y que parece estar relacionado con el caso que tienen entre manos. Un suceso del que nadie desea hablar en el pueblo. Un suceso del pasado en el que los secretos abundan, en el que las mentiras de unos y otros tratan de borrar lo sucedido, de no pensar en un naufragio que generó controversia y problemas a quienes sobrevivieron.

   Novela negra del panorama literario español a tener en cuenta porque la acción narrativa se nos presenta cercana (hay aspectos de lo cotidiano -el trabajo de la pesca desde que se captura hasta que pasa a ser comercializado para el gran público- , la vida en el pueblo- muy bien descritos), con un estilo sencillo, con una descripción de lugares y de personajes bien planteados.

  Para los amantes del cine debo indicar que de esta novela existe una adaptación cinematográfica rodada en 2014 y dirigida por Gerardo Hierro y con Carmelo Gómez y Antonio Garrido entre el elenco de actores.