domingo, 17 de agosto de 2014

Degustación culinaria (o literaria, según se mire)



    - Pan con tomate

    - Papas arrugadas con mojos

   - Spaguetti alla Annalisa

   - Pastel de puerros y brioche con tuétano y foie

   - Pudding de merluza y mejillones de roca

   - Chorizo a la sidra

   - Arroz con bacalao y sobrasada

   - Secas con butifarra

   - Bacalao al roquefort

   - Albóndigas guisadas

   - Tarta de arroz a la naranja

   - Leche frita

   - Mousse de chocolate


    Alguien al adentrarse por primera vez en este blog -fruto de la casualidad o de la recomendación de alguna persona de su entorno- podría tener ciertas dudas acerca del contenido de este espacio virtual pensando encontrarse con un blog sobre libros o sobre temas que pueden encontrarse en novelas, ensayos, cómics u otros géneros literarios y que interesan a un servidor como lector al hallarse de buenas a primeras con una entrada donde inicialmente lo que encuentra es algo parecido al menú de un restaurante o a la especialidad de un cocinero o aquellos platos que a uno le encantan como comensal. O tal vez los habituales penséis que he decidido dedicarme al arte culinario. Nada más lejos de la realidad.

   Cierto es que la cocina y la literatura son dos artes y/o disciplinas que pueden llevar a la imaginación, que pueden o te permiten adentrarte en un mundo nuevo, ¿tal vez también de fantasía? y que en ocasiones pueden estar relacionadas entre sí de alguna manera.

    Sabido es que en toda novela se pueden abordar diferentes cuestiones, amén del tema principal, de calado diverso. En el género de la novela negra también. Puede parecer absurdo y descabellado mirar una novela de suspense, policíaca desde otro punto de vista, más allá de la trama para investigar un posible delito o varios. Hay autores que nos presentan a un personaje que a medida que transcurre la novela - o la serie de novelas que puede protagonizar el protagonista, valga la redundancia- va creciendo transmitiéndonos aspectos tanto de lo "laboral" como de lo personal.

  No sé si os ha pasado, pero hay libros que se publican, que los ves publicados y reseñados en alguna revista literaria o  en alguna sección de algún periódico de tirada nacional y a los que dejas en asuntos pendientes, aunque de tanto en cuanto vuelven a tu cabeza. Esto mismo me ha pasado a mí con el libro del que deseo comentar y recomendar en el día de hoy. 

   Quiso la casualidad que en el momento de iniciarse la aventura de un blog sobre cocina (blog que recomiendo)( www.entre3fogones.com ) estuviese releyendo una de las novelas del fallecido Manuel Vázquez Montalbán, concretamente una de las novelas que forman parte de la serie del detective Carvalho y sabidas son dos de las pasiones de este singular personaje de la ciudad de Barcelona: la cocina y el quemar libros en su chimenea. Pues bien, ahí fue cuando volví a acordarme de aquel libro que tiempo atrás se había publicado y que había dejado en asuntos pendientes y así fue asimismo cómo decidí adentrarme en la novela de Montalbán con otra mirada. 

   Después de buscar el libro en cuestión y de releer hace escasos días otra de sus novelas pensé en redactar, tal y como estoy haciendo en el día de hoy, esta entrada planteando la lectura o la consulta de un libro diferente y tratando un tema que podemos encontrar leyendo la novela o serie de novelas de este carismático personaje (creo recordar que el también conocido comisario Brunetti, de la escritora Donna Leon, tiene cierto gusto culinario y entre las páginas de sus novelas podemos encontrarnos con todo tipo de platos para degustar). Y el libro al que hago referencia es:

 
Autor: Manuel Vázquez Montalbán.
Título: Las recetas de Carvalho
Año de publicación: 1988
Editorial Planeta
ISBN: 84-08-05505-4


  En esta obra de Manuel Vázquez Montalbán se recogen una selección de las diferentes recetas que podemos observar en la serie de novelas protagonizadas por el detective Carvalho desde el sencillo pan con tomate hasta el bacalao al roquefort pasando por las secas con butifarra,  las albóndigas guisadas o el fricandó, entre otros platos. En cada una de las novelas de la serie del detective Carvalho podemos encontrar algún plato que degusta este mismo personaje literario ya sea solo o en compañía de otros personajes célebres de dicha serie como Biscúter en diferentes espacios (casa de Carvalho, bares diversos, etc.).

Una muestra es este fragmento breve que quiero compartir:

"Fueron a cenar al Túnel, donde Biscúterse sorprendió ante el plato de judías blancas con almejas que pidió Carvalho.
- Lo que inventan jefe
                              - Esto es más viejo que ir a pie. Antes de que llegara la patata a Europa, con algo había que acompañar la carne, el pescado, el marisco.
       - Lo que no sepa usted, jefe...
Charo había recurrido a una menestra de verduras y atún fresco a la plancha. Carvalho seguía obsesivo con su vino, como si se estuviera practicando una transfusión de sangre blanca y fría.
- ¿En qué trabajas ahora?
  - Un muerto desaparecido.
- ¿Han robado un muerto?
  [...]

   (Los mares del Sur)


      
  La lectura depara ciertos retos que podemos realizar: mirar con otro enfoque una novela negra, buscar temas que aparecen de "perfil" y que nos pueden permitir investigar, o simplemente disfrutar, como lectores. 

  Y después de la entrada del día de hoy ¿quién se atrevería a hacer realidad algunos de los platos que aparecen en las novelas de Carvalho, ya que hablamos de dicho personaje?   


 

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