domingo, 23 de febrero de 2014

Día internacional de la Lengua Materna



    Puede resultar dificil de explicar el porqué de una entrada en el que la cuestión meramente lingüística predomina sobre la razón principal de este blog, tan peculiar podría afirmar, que es la de comentar aquellas cuestiones relacionadas con los libros que caen en mis manos, y acabo devorando-metafóricamente, claro-, o aspectos que guardan relación con el amplio universo de los libros, mas espero, aunque lo aborde de manera tangencial, que tú, como lector, si has llegado a esta entrada, lo puedas entender o puedes interpretar que todo tiene su interés o su relación con el amplio universo literario.

    Porque, a mi modo de entender, también podríamos tener en consideración lo que denominamos literatura de tradición oral. Muchas leyendas, muchas historias transmitidas de manera oral de generación en generación y en diferentes regiones (y puedo pensar en la literatura gallega o catalana o podría ir más allá y pensar en lenguas como el maya o el quechua, por citar dos ejemplos de lenguas de más allá de nuestras fronteras más inmediatas), se han acabado conservando no sólo porque han acabado siendo transcritas en documentos varios sino también porque escritores varios han decidido incluir algún personaje característico de la tradición oral a sus novelas.

    Creo que me desvío de la razón principal de publicar esta entrada en el día de hoy, y sí. con algunos días de retraso. Y es que desde hace 14 años se celebra cada 21 de febrero el Día Internacional de la Lengua Materna. Sirva esta entrada, pues, para recordar dicho día.

    Los idiomas son instrumentos que permiten conservar el patrimonio cultural de los pueblos y están ligadas a la cultura y la tradición de estos, con lo que las historias, las canciones, las leyendas cobran especial relevancia como vehículo de transmisión de la riqueza lingüística de cada pueblo. Pensamos en las lenguas mayoritarias como el español, el francés, el inglés, el alemán, el italiano, etc, y nos olvidamos en ocasiones de otras lenguas, minoritarias, que para sus respectivas comunidades tienen su importancia, como el bable (en Asturias, sobretodo), el aranés (lengua propia del Vall d'Aran), el quechua, el nahuatl u otras tantas.

    La UNESCO proclamó en el año 2000 el Día Internacional de la Lengua Materna en conmemoración de un hecho histórico acaecido en 1952 (una manifestación de estudiantes proclamando el reconocimiento del bengalí, de la lengua Bangla, como uno de los dos idiomas oficiales de Pakistán y que acabó con algunos estudiantes muertos como consecuencia de la acción de los policías) y con la intención de promover tanto la diversidad lingüística y cultural y el plurilingüismo, amén de concienciar el respeto y la importancia de la existencia de las diferentes lenguas y preservarlos todos.

    Cada año desaparecen numerosas lenguas, ya por fallecimiento de sus hablantes (como parece que así sucedió con el dálmata, una de las numerosas lenguas romances, aquellas derivadas del latín, hablada hasta el siglo XIX), ya por acción de lenguas mayoritarias, ya por otras causas.

     Skalhen (en totonaco: adiós).

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