lunes, 30 de diciembre de 2013

Una mirada, una lucha, un derecho.

     El año 2013, a punto de dar los últimos pasos, nos ha dejado informativamente hablando un amplio abanico de noticias de diferente temática, pero en ocasiones hay informaciones que merecen ser miradas con una atención especial no sólo por el reconocimiento a partir de la concesión o nominación de premios de gran importancia sino también por la importancia de la persona y de las acciones por las que se le reconoce y se le ha reconocido. Noticias que no deben ser olvidadas con el paso del tiempo.

     Tal vez el reconocimiento más allá de las fronteras del país o de la región de donde procede no llega inmediatamente hasta que no sucede algo que no debería haber sucedido, como puede ser un ataque talibán hacia una persona, hacia un civil, cuya única arma es su palabra, y se cuestiona el porqué de tanta relevancia descubriéndose la inmensa e importante labor de defensa de un derecho fundamental como es la educación de las niñas, así como otros derechos fundamentales, que ha llevado a cabo desde hace años.

     Hablo de la niña de origen paquistaní, de nombre Malala, que a finales del 2012 padeció el atentado hacia su persona por parte de un talibán. Su caso y su defensa por la educación ya era conocido en su región natal, en su país, pero el atentado provocó que su figura y su lucha fuese aún más conocida. Y en este 2013 se han sucedido los premios (XXV Premi Internacional de Catalunya 2013) o la nominación (candidata al Premio Nobel de la Paz), así como la publicación de un libro Yo soy Malala. Libro que he podido leer y al que dedico la entrada del día de hoy en este blog.


Título: Yo soy Malala
Autora: Christina Lamb
Alianza Editorial
354 páginas
ISBN: 978-84-206-7888-7



    "Soy de un país que nació a medianoche. Cuando estuve a punto de morir era poco después de mediodía.

     Hace un año salí de casa para ir a la escuela y no regresé. Me dispararon una bala talibán y me sacaron inconsciente de Pakistán. Algunas personas dicen que nunca regresaré a casa, pero en mi corazón estoy convencida de que volveré. Ser arrancado del país que amas es algo que no deseo a nadie."

  
     Yo soy Malala es algo más que un libro, más que una biografía. Es un retrato no sólo de la vida de esta niña que ha luchado -y sigue luchando y sigue alzando la voz- junto a su familia por la educación, por el reconocimiento de las niñas a tener una educación, a poder ir libremente a una escuela sin temor a las miradas de desaprobación, a las represalias hacia ellas o sus familias; sino también es un reflejo - a través de la mirada de Malala plasmada por la periodista Christina Lamb- de diferentes vivencias, de numerosos acontecimientos que nosotros como espectadores hemos podido conocer gracias a los medios de comunicación, y cuyas consecuencias o cuya realidad ha podido ver Malala desde su región natal, desde su país.

    La irrupción de los talibanes tanto en Afganistán como en otros territorios de la zona, los atentados terroristas del 11-S en Estados Unidos, la figura de Osama Bin Laden, referencias a su muerte por parte de una unidad de élite estadounidense, la política de su país. Son estas algunas de las "realidades informativas" que Malala ha vivido directa e indirectamente y cuya mirada plasma en este libro.

    "Los talibanes primero se llevaron nuestra música, después nuestros Budas, después nuestra historia. Una de las cosas que más nos gustaban eran las excursiones escolares. Teníamos la suerte de vivir en un paraíso como Swat, con tantos lugares maravillosos que podíamos visitar: casacadas, lagos, la estación de esquí, el palacio de valí, las estatuas de Buda, la tumba de Ackhund de Swat. Todos estos lugares relataban nuestra historia (...). Cuando Fazfullah llegó, se acabaron las excursiones escolares. A las niñas no se nos debía ver fuera de casa."

     (...)

     "-¿Por qué estáis así? - pregunté-. Estáis preocupados por algo, pero no me decís qué ocurre.
       Entonces me dijeron lo de la llamada a casa y que se tomaban en serio las amenazas. No sé por qué, pero oír que estaba amenazada no me preocupó. Me parecía que todos sabemos que algún día vamos a morir. Creo que nadie puede detener a la muerte, venga de un talibán o un cáncer. Así que seguiré haciendo lo que quiera hacer."


    Pese a la preocupación de su familia, pese a las amenazas recibidas de manera directa e indirecta, y pese al atentado que casi le cuesta la vida, Malala nunca dejó - ni ha dejado- de defender una idea, un derecho fundamental, una postura. Y esa fuerza, esa voluntad de continuar, se transmite en este libro, cuya lectura recomiendo.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Novela negra: ¿un viaje en el tiempo?


    Dificil resulta explicar el porqué del interés por leer novela negra o los motivos por los que determinados escritores pueden cautivarte por sus novelas o por qué otros autores u ptras novelas del mismo género no te llegan a atrapar del todo.

    Cuando uno lee novela negra lo hace probablemente sin pensar más allá de lo que se puede esconder entre las páginas de aquel libro en cuestión. Tal vez sea porque no se le presta la debida atención y tu mirada y atención está centrada en descubrir quién o quiénes son los asesinos. O sea tal vez porque cuando acabas la lectura de esa novela te das cuenta que en el fondo te has dejado detalles y decides que, llegado el momento, volverás a releer aquel libro con otra perspectiva, con otro punto de vista.

    Con La quinta mujer, del novelista y dramaturgo sueco Henning Mankell, me ha pasado esto mismo. Años atrás ya tuve la ocasión de leer esta novela y ahora, con motivo de la celebración del Seminario del Club de Lectura, he vuelto a adentrarme en sus páginas. Y lo confieso: me ha atrapado.

   Y Henning Mankell es uno de esos autores de novela negra que consiguen con una escritura dinámica, con una tensión narrativa y con el planteamiento paralelo de diferentes temas (de actualidad como es el tema de la violencia contra las mujeres, de crítica a las instituciones públicas; y de aspectos históricos como el episodio de la desconolización africana) que la historia te llegue a absorver, a atrapar desde la primera hasta la última página, dejándote momentos de reflexión, de querer investigar o profundizar en un futuro no muy lejano aquellas cuestiones que se plantean, que dan forman a la historia en sí y que permiten contextualizar algunas situaciones narrativas.

    ¿Quién es Kurt Wallander?

    Kurt Wallander es un inspector de policía sueco y protagonista -como personaje literario- de una serie de novelas, cuyo autor es Henning Mankell, y de la que La quinta mujer es la sexta entrega de esta serie de novela negra.
 
    La via personal y profesional de Wallander ya se ha ido conociendo y descubriendo en las anteriores novelas de la serie, pero para quien se adentre por primera vez desde la novela a la que hago referencia en la figura de este inspector de policía puede hacerse una idea precisa sin llegar a pensar que se ha perdido la esencia del personaje.

    Personalmente creo que podemos conocer la figura de Kurt Wallander desde tres perspectivas diferentes, pero que se interrelacionan de alguna manera: a partir de las relaciones familiares (su padre, cuya enfermedad y posterior fallecimiento le generan muchas dudas acerca de su actuación como hijo- y su hija); a partir de las relaciones personales (su anterior pareja y la que intenta que sea la actual); y a partir de las relaciones laborales propias de su cargo y de los casos que debe, junto a su equipo de colaboradores, investigar y resolver.

    Temas paralelos

     Apuntaba al inicio que con la lectura de La quinta mujer podemos descubrir otros temas que Mankell plantea en esta novela negra que guardan relación con el caso que Wallander debe investigar, pero a su vez podemos adentrarnos más allá: reflexionar, investigar. Y ahí radica uno de los motivos por los que un libro te llegue a atrapar independientemente de la tensión narrativa, de la sucesión de hechos que existen en esta novela referidos al caso de homicidio.

    "Él amenazaba con matarla si le dejaba. Y ella tenía, ciertamente, motivos de sobra para creerle. En varias ocasiones las palizas fueron tan grandes que hubo que ingresarla en el hospital (...)
- Si un médico sospecha que hay violencia está obligado a dar parte a la policía.
- Ella tenía siempre muy buenas explicaciones que dar. Y era convincente. Ni siquiera dudaba en degradarse a sí misma para protegerle. Podía decir que se había caído estando borracha. Mi madre no probaba la bebida."

    La lacra contra la violencia de las mujeres que plasmo con este fragmento es uno de los temas que el escritor sueco plantea.


    "-Mercenarios suecos- repitió Wallander- ¿Cuándo empezó todo? ¿Con la guerra del Congo a principios de 1960?
     -Un poco antes- contestó Ekberg
     - ¿Cuándo?
     - Por ejemplo con la guerra de los treinta años.
(...)
     - Digamos que nos conformamos con el tiempo posterior a la segunda guerra mundial- dijo Wallander.
    - Entonces hay que empezar ya con la guerra. Hubo suecos que entraron como voluntarios en todos los ejércitos. Hubo suecos con uniforme alemán, con uniforme ruso, japonés, americano, inglés o italiano."


     Con estos dos fragmentos ilustro dos de los temas que el escritor sueco plantea en esta novela. Por un lado, y como ya he indicado, un tema de actualidad como es la violencia hacia las mujeres y el horror que sufren.
Por otra parte, un tema relacionado con la historia, con el período de desconolización, a mediados del siglo XX, de ciertas regiones del continente africano.

  
    Un aspecto "diferencial"

   Tal vez esté equivocado, pero veo una diferencia entre la novela protagonizada por Kurt Wallander y otras novelas del mismo género de otros autores y personajes literarios. En todas las novelas encontramos a un policía, a un investigador o a un detective (masculino o femenino) que cuenta con la colaboración, con la ayuda de un compañero de profesión o una persona de su entorno, mas en el caso de Wallander observo un detalle que hace diferente esta novela o a esta serie de novelas respecto a las otras. Wallander cuenta con un equipo de colaboradores con el que se reúne para analizar el caso que tienen, para evaluar los progresos que pueden ir haciendo, para distribuirse las tareas a realizar.
    Todos trabajan en equipo. Todos tienen su papel protagonista. Y es este trabajo colaborativo, en equipo, que en otras novelas del mismo género - y puedo estar equivocado- no he captado.

   
    Una novela da mucho de sí, y consciente soy que dejo cosas en el tintero, pero prefiero no desgranar demasiado el libro y recomendar su lectura.

    Seguiré investigando y leyendo...

domingo, 22 de diciembre de 2013

Adentrándose en el universo de los libros


   Una página en blanco siempre es un reto a batir, una situación en la que después de unos instantes de desconcierto, de desasosiego, de reflexión siempre acabas de alguna manera rellenando ese hueco, ese vacío, que tantos quebraderos de cabeza, tantas dudas e interrogantes, te han asaltado en ese momento preciso.

 Con aquellos proyectos que uno tiene en mente o que están a punto de iniciarse pasa prácticamente lo mismo. En el caso presente el proyecto que hoy ve la luz, que hoy inicia su andadura es este blog sobre libros, sobre el mundo de los libros.

 El tiempo dirá si este "libro virtual" (aun a riesgo de caer en un error podríamos denominarlo así) va sumando páginas, palabras con sentido.
 El tiempo dirá si esta  incursión en el mundo de los blogs, merced a la oportunidad dada por el Seminario de Club de Lectura, organizado por UNIR (universidad online donde estudio)-sigue su camino, sigue completando páginas, sigue, en definitiva, atrapado por el mundo de los libros.

     Tú, apreciado lector y distinguido navegante, tal vez creas que te has vuelto a encontrar un blog sobre libros, uno más dentro del universo virtual de los blogs. Tal vez sea así. Tal vez (y aquí está mi intención al crear este blog) encuentres con el tiempo una rendija, un hueco por el que mirar y logres descubrir nuevas lecturas, logres captar la esencia de los libros, o puedas observar una mirada diferente a ese libro que ha habías leído o simplemente sentirte atrapado o atrapado por los libros.

     Como decía Josep María Pou: "En cada libro que empiezo encuentro una mano que tira de mí y se me lleva."